Joder
Ya había decidido dejar correr este absurdo, convencido de que un blog como éste, nacido de la nada, perdido en la inmensidad de Internet, anónimo, oscuro, sin referencia amiga o enemiga, sin ningún enlace era como una neurona en el cerebro de un tarado: una célula aislada, desconectadas sus dendritas y su axón del resto de la comunidad, incapaz de transmitir señales de vida, ya fuera inteligente o amorfa. Y resulta que no. Que alguien, tú, a buen seguro sin querer, entraste aquí. Por supuesto, para no volver. (más…)